Post cursi.-

Este blog está todo roto, bien lo dijo un sabio. Ya arreglaré las descompaginaciones del scroll down, porque queda para el orto, lo sé. Por otro lado, ¿notaron cómo, hasta ahora, ningún post dijo nada interesante? Tengo un millón de cosas en la cabeza, pero no puedo transcribir ninguna, no al menos por este medio. Mi vida, hoy por hoy, se resume a una serie de eventos desafortunados (estamos preocupados). ¡No! Patrañas. Tengo trabajo (changuitas), sí, afortunadamente, de cosas que me agradan poco, otras un poco más y otras en demasía. Por fin me compré mi maletín...si lo vieran. Es una exquisitez. Taller: enriquecedor, como siempre. Escritura: Ahí anda. Lectura: Mejorando. Hay, por supuesto, algún que otro desajuste, como en todo, y a eso se debe la existencia del "por supuesto" en esta oración. Comencé a llevar un diario íntimo, pero no cierra porque está muy gordo de cosas que le pego. Estoy viviendo, desde hace un par de meses, con mi hermano e Ítalo en un departamento en Congreso, al que, no sé si cariñosamente o en respeto a su difunta dueña, apodamos Eva. He rearmado relaciones con amigos que tenía medio de lado. Estoy en pareja, enamorada e idiotizada, con un ser increíble con el que comparto proyectos. Vivo en frente de Blockbuster. En fin. La vida me sonríe: tengo un blog. No, bueno. Me refiero a otras cosas. Ya se sabe. Me siento mejor, acompañada, un poco más tranquila y ávida.