Oh sí, es otro de esos posts quejosos que los que tenemos blogs (the blogger force)nos deleitamos al redactar/leer. Como un café, cuanto más cargado, mejor (no hay caso, soy poeta....).
Menos mal que hice el anuncio; ya bien pueden o tomarse el palo o navegar en busca de mejores puertos blogueros.
Ya bien pueden seguir leyendo sobre Bowie. O qué. Qué se yo.
¿No entienden que lo que puedan llegar a leer acá es un recorte tan, tan nimio de mí, que no puede configurarse nada?
¿Soy lo que escribo? No señor, no solamente.
Estoy teniendo esos días que ameritan una de mis self-invented y brillantes frases "el 60 te pasó por encima y dio marcha atrás". No porque esté necesariamente mal con algo, sino porque estoy bien con muchas cosas, y un par de cosas malas tienen la potencia suficiente como para quitarme el entusiasmo, un poco.
Hoy empiezo un curso que añoré mucho tiempo con hacer. Los sábados hago la clínica con Casas, que es increíble (la clínica, Casas). Estoy expectante por nuevas posibilidades laborales. Estoy con un hombre que amo y que me ama, que es mi mejor amigo y para quien no soy su reina. Harta de ser la reina. Harta de querer serlo.
Pero todo ésto pierde su determinante belleza por mi maldito metabolismo dado vuelta.
Porque vivo de noche y no tengo tiepo de nada.
Vivo a contratiempo y corcoveante, sin ánimo alguno, como en stand by.
No puedo echarle la culpa a mi madre; tampoco tooooodo es su culpa. Porque igual estoy pensando en ella en estos días. En su indiferencia total. Y papá, qué. A veces lo llamo con la mente como una nena que necesita que venga alguien a hacer las cosas por ella porque ella no puede y lo cómico, es que si él viviera, yo no le pediría nada de eso.
Igualmente es curioso preguntarse qué te diría sobre tal cosa.
Si mi papá escribiera un blog, yo lo re leería. Pero a él no le gustaba escribir. Yo no estaba hablando de mi papá, ¿por qué me escapo así?
No hablo de la princesa-a-ser-rescatada, esa mierda es insalubre.
Yo estuve comprometida con anillo y todo y terminó. Hoy me descubro apasionada y deshonesta conmigo misma en esa época, ferozmente dramática por la búsqueda de satisfacer la imagen de él, de ellos, de quien sea. Las imágenes sos holgrámicas en este punto, y me distraen con su trasluz de realidad/irrealidad.
Yo necesito mirar a los ojos cuando hablo con alguien.
Tengo un mundo donde conviven tantas cosas que elegir y contar se vuelve carga, no, no siempre. No mientas.
La puntuación es inapropiada. No se puede escapar porque no hay escape y esa palabra es tan pimpinelesca que no tiene sentido.
Mamá, me puedo pasar con vos?
Veía a mi abuela en la cama y le contaba los dedos con miedo de que tuviera seis en cada mano.
Tengo necesidad de ponerme una sopapa en el pecho y destapar.
Nunca pensé que lo diría pero, estoy neutralizada. Así, como alicia pero sin toda la magia.
Forward, por favor. Fast Forward.
Cuánto odio Buenos Aires y su gente de mierda. Y la velocidad del tiempo acá, eso, ¿qué es?
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