no puedo escribir
hace meses y meses que no le pego a una palabra. que todo lo que sale vuelve al tintero en efecto boomerang.
paro a pensar. pienso.
no me sirve.
algunas cosas me resbalan; otras, me duelen. además de eso, soy una maricona de mierda.
amor, te mudaste a tu nueva casa. ¿qué voy a decirte? un año y moneditas de cinco y nada ha cambiado y todo es nuevo. amor.
vos vas haciendo
tuyo el lego. miro intacta el anular
con un anillo
recelo
y pixel, también, por otro lado. una cosa que me tiene latente en observación. uso la sombrilla japonesa pero tristemente, me sigo estrellando contra el piso. un piso movedizo, claro.
sino, sería más de lo mismo.
el contexto me (nos)hace, señores.
aprendí nuevas palabras.
voy rompiendo mi semántica y es doloroso.
lo auto referencial; ¿qué esperabas? ¿desde qué otro lugar se puede escribir?
voy a ser tristemente dogmática: sea como sea, somos el alfa y el omega de toda nuestra transferencia. de cualquier expresión. lo no-auto referencial es imposible.
no decodifico; codifico, y entiendo.
pixel a pixel voy formando un corpus desparejo. no llego; tengo el maquillaje pegado.
no formo.
no encuentro ninguna manera porque no la estoy buscando. ¿qué debería...?
¿quién dijo: "escribir es escribir y escribir y escribir y escribir y escribir"?
creo que gertrude stein.
no leí nada de ella.
no puedo con mi genio (no tengo ninguno), estoy deshauciada.
es tanto más fácil
tener a mano la plantilla
de diseño.
no puedo despegarme
del lugar común. qué
me estás diciendo.
por favor, más fuerte
tiene que macerar, yo digo.
pero si el pixel está intacto
¿cómo...?
no puedo ir por ahí, insertando tags a lo loco
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